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Descubren una nueva forma para detener el cáncer de mama

Un nuevo estudio reveló que sí es posible frenar la progresión de ciertos cánceres de mama, detectando a tiempo una mutación genética en el corazón de los tumores y adaptando en consecuencia el tratamiento.

Este informe, publicado en el Lancet Oncology -una de las principales revistas sobre el cáncer-, es el primero de su nivel “en mostrar un beneficio clínico significativo después de haber dirigido previamente la mutación bESR1”.

En un cáncer de seno, las células tumorales evolucionan con el tiempo y, dependiendo de ciertas mutaciones, pueden volverse resistentes a los tratamientos utilizados. Por esta razón, en muchos casos, los diagnósticos más agresivos se vuelven inmunes a los medicamentos.

Para detectar esta mutación, utilizaron una técnica prometedora en los últimos años en el mundo del cáncer: la “biopsia líquida”.

Su objetivo es estudiar el contenido de los tumores sin tener que extraer, como en una biopsia clásica, tejidos del seno mismo, una operación potencialmente compleja y con consecuencias para la paciente.

Esta vez, se trata de una simple toma de sangre.

La sangre de las pacientes contiene, en efecto, una pequeña parte de ADN que procede de las células cancerosas y se sabe cada vez mejor aislarla y estudiarla.

En pacientes con esta mutación, se formaron dos grupos de aproximadamente 80 personas. Uno siguió recibiendo el tratamiento original, el otro cambió a otro medicamento, el fulvestrant.

En el segundo grupo, la progresión del cáncer se interrumpió durante una media superior de varios meses.

 

 

 

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