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Sirenas retumbaron en Japón tras el lanzamiento de misil desde Corea del Norte

Este lunes 3 de octubre, Corea del Norte disparó un misil balístico que sobrevoló Japón. Fue el primero en cinco años, por lo que Tokio activó el sistema de alarma y urgió a su población a buscar refugio.

La última vez que Pyongyang disparó un misil por encima de Japón fue en 2017, durante un periodo de alta tensión entre el dirigente norcoreano Kim Jong Un y el entonces presidente estadounidense Donald Trump.

A raíz de esto, Japón activó una alerta de evacuación en dos regiones para que sus habitantes se refugiaran dentro de edificios o bajo tierra. El ministro de Defensa de Japón, Yasukazu Hamada, dijo es probable que el misil fuera del tipo Hwasong 12.

Con las negociaciones con Estados Unidos y Corea del Sur paralizadas desde hace tiempo, Kim redobló sus esfuerzos para modernizar el arsenal y desplegó un número récord de ensayos armamentísticos. La semana pasada, Pyongyang disparó hasta cuatro misiles balísticos de corto alcance, incluido uno apenas horas después de la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris a Seúl.

El más reciente lanzamiento envía un mensaje claro a Estados Unidos, le señaló a AFP Park Won-gon, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Ewha, en Seúl.

“Estos misiles, capaces de llevar ojivas nucleares, ponen a Corea del Sur, Japón y Guam dentro de su alcance” y evidencian que Pyongyang puede atacar bases estadounidenses con armas atómicas si estalla una guerra en la península coreana, acotó Park.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó este martes el lanzamiento y lo calificó como una “escalada”.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, condenaron de forma conjunta la prueba “en los términos más firmes”.

Ambos líderes afirmaron que el lanzamiento fue “un peligro para el pueblo japonés, desestabilizador para la región y una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

El misil voló 4.500 kilómetros, lo que supone un nuevo récord para las pruebas norcoreanas. El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, calificó la prueba como “una provocación”, afirmó que viola las regulaciones de la ONU y prometió “una respuesta firme”.

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