Carol Studio es el nombre del centro webcam que el pasado 9 de noviembre desmanteló el CTI de la Fiscalía, en un operativo conjunto que adelantó con Migración Colombia y el Gaula Militar en el barrio Boston de Barranquilla.
En una lujosa casa del norte de la ciudad operaba un centro de transmisión en vivo de contenido sexual para adultos, donde los modelos eran miembros de la comunidad LGBTI , es decir, trasvestis y homosexuales, quienes enfrentaban largas horas de trabajo y poca remuneración económica, luego de ser atraídos con ofertas laborales que les llegaban a través de Facebook e Instagram.
Al parecer, gran parte de estos eran venezolanos, por quienes los responsables del establecimiento enfrentan cargos por trata de personas, pues varios eran contratados presuntamente con documentación ilegal y sometidos al consumo frecuente de medicamentos que les permitía incrementar su rendimiento sexual, los cuales les generaba un efecto de dopaje.
Otro de los puntos que investiga la Fiscalía es que a estos jóvenes, cuyas edades oscilaban entre los 17 y 30 años, les secuestraban sus documentos personales, fuese cédula o pasaporte, para retenerlos dentro de la vivienda, en la que no solo trabajaban sino que vivían. En caso de que alguno requiriera salir, estos debían llegar en los horarios autorizados por los dueños del establecimiento.
El operativo dio con las capturas de Johana Villasmil y alias ‘Anthony’, una pareja de venezolanos que eran los presuntamente encargados de hacer las contrataciones y de fijar las condiciones de remuneración, las cuales estaban mediadas por multas que establecían a partir de la infracción a normas dentro del espacio de trabajo, lo que, al parecer, implicaba altas reducciones en el pago mensual.
Incluso, varios quedaban con deudas en saldos negativos, para lo que debían trabajar varios días sin percibir ningún ingreso; muy al estilo de operación de las redes de trata de personas que operan con inmigrantes en el extranjero.
Al parecer, estas personas operaban a través de las plataformas Chaturbate y Strip Chat; donde les abrían cuentas con sus nombres reales y los vestían con trajes que eran impuestos por el centro web cam.
